En la España de finales del siglo XIX, decide
colocarse en una oficina para ganarse la vida.
La
señorita Flora Sandoval, en el Madrid de 1895, una joven rebelde cansada
de buscar novio, ha tomado una heroica decisión: ser funcionaria del
Ministerio de Fomento.
El negociado al que va destinada es el de Obras Públicas, y
en él vuelve a encontrarse con un tal Pablo Meléndez, quien en cierta
ocasión presumió ante Florita de ser hijo de un millonario y no pasa de
ser un pobre funcionario.
La
joven se revela muy pronto como infinitamente más eficiente que la mayoría
del personal masculino del organismo estatal. El revuelo se generaliza...
¡Una mujer haciendo el trabajo de un hombre! El hecho provoca infinidad de
reacciones, desde envidias a admiración, desde enfados a sorpresas, a
nadie deja indiferente.
Los
cimientos de la sociedad machista comienzan a resquebrajarse bajo los pies
de una linda dama. ¡Abajo la tiranía del sexo fuerte! Pero ¿Cuál es el
sexo fuerte...?
El
escándalo que provoca dan lugar a drásticas determinaciones que llegan
hasta el mismísimo Gobierno.
Escena:
0:07:45 - 0:09:29 (ESCENA
1)
Florita decide romper con las costumbres de una señorita de la época...
Su padre, preocupado
por el giro de su hija, entra en la habitación:
- ¡Florita! ¡Florita!
- ¡Entra papá!
- ¿Has oído lo que han dicho
las visitas? Comprenderás entonces que tu actitud está provocando un
escándalo. No paseas por Recoletos. Te retiras el balcón a las horas de
academia. No atiendes a las visitas... ¡Y estudias la Aritmética! -mientras
mira un libro que hay encima de a mesa...-
Dime la verdad hija mía ¿es que has hecho modernista?
- No papá, sigo siendo una
señorita honesta.

Escena:
0:24:45 - 0:25:10 (ESCENA
2)
El
caso se Florita llega a la prensa y al Parlamento. Un ministro expone el
tema:
- Una mujer no podrá
convivir nunca con personas del sexo contrario sin originar serios
conflictos de orden público y moral. Y aunque así fuera, ¿está por
naturaleza capacitada la mujer para el trabajo intelectual? ¿Puede una
mujer ser capaz de echar cuentas o escribir un sobre con letra seria?
Nosotros lo ponemos en duda.

Escena:
0:40:53 - 0:42:40 (ESCENA
3)
Al
principio le proponen coser. Cuando le mandan pasar direcciones, lo hace
con suma rapidez... cuando ya no saben qué mandarle...
- ¿Y usted qué está haciendo
Pablito?
- La multiplicación
-dice Pablo.
- Esa que no le sale nunca.
- Es que es muy difícil.
- Pues a lo mejor esta
señorita que es tan lista ...
- Sí, démela
-dice Florita
- No. Éste no es trabajo
para una mujer.
- Quién sabe. A lo mejor me
sale a mí.
- De ninguna manera. No se
moleste.
- Désela Pablo. Así probamos. Usted mientras, vaya
abriendo el correo.
- Sí señor, como usted
mande. Tome usted señorita. Lo siento mucho.
- No se preocupe.
Al
poco rato ...
- Bueno, ya está la cuenta
-ante la sorpresa de todos-
Sí, ya
lo he multiplicado. Con la prueba por nueve.
- Claro, con la prueba por
eso...
- Acérquese Pablito. ¿Ha
visto qué bien queda con esa prueba?
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