Tres jóvenes, Jim Stark, Judy y Platón coinciden en una comisaría. Cada
uno está allí por un motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha
escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. El
inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con
sus familias. Jim y Judy son recogidos por sus padres, pero Platón, hijo
de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la criada
negra que vive con él.
Escena:
0:03:07 - 0:04:22 (Escena 1)
Jimmy Stark (James Dean), estudiante de instituto, es
un chico particularmente difícil: confuso y desorientado, se ve
frecuentemente envuelto en peleas y conflictos, a consecuencia de los
cuales su familia, en la cual es el hijo único, se ve obligada a un
permanente peregrinaje de una ciudad a otra. Llegado a una nueva
localidad, en la que también encontrará nuevos sentimientos hasta entonces
desconocidos (el amor de Judy, Natalie Wood; y la amistad admirativa de
‘Platón’ Crawford (Sal Mineo), un muchacho aún más joven que él), no tarda
en sostener su enésimo enfrentamiento, aunque, en esta ocasión, las
consecuencias serán mucho más terribles...
Escena:
00:13:32 - 00:14:00 (Escena 1)
Jimmy
se encuentra en la comisaría, hablando con el inspector de menores y le
confiesa que sus problemas en la ciudad anterior derivaban de que le
habían llamado "gallina".
Escena:
00:31:53 - 00:32:35 (Escena 2)
Los muchachos del pueblo empiezan a imitar a las
gallinas.
- ¿Qué quiere decir eso? -pregunta
Jimmy enfadado
- ¡Lo que eres!
-le contestan.
- ¿Gallina? No deberías insultarme -replica Jimmy.
Más
tarde, después de una lucha con navajas, quedan a las 8 en el acantilado
para hacer un "gallinero", aunque él no sabe muy bien de lo que se trata.
Escena:
00:40:26 - 00:42:10 (Escena
3)
Jimmy
hace partícipe a su padre del reto que tendrá lugar y le pide consejo.
- Padre, puedo preguntarte una cosa. Supón que tienes que hacer algo,
que tienes que ir a algún sitio y hacer cosas que tu sabes que son
peligrosas y que afectan al honor y a la dignidad. ¿Qué harías tu?
- ¿Es algún acertijo? Yo maduraría más la decisión. Aclárame un
poco más ese asunto. ¿De qué se trata?
- Es sangre -señalándole la camisa.
-
Jim ¿qué ha pasado? ¿En qué lío te has metido?
- Esto es lo que te decía. ¿Y ahora puedes contestarme?
- No se debe adoptar una decisión precipitada. Es una de esas cosas
que hay que meditarlas bien. En estos casos no conviene obrar con
ligereza. Son cuestiones delicadas. En esta clase de asuntos hay que
considerar los "pros" y los "contras".
- No hay tiempo -dice Jim
- ¿Cómo que no hay tiempo? Cogeremos un papel y haremos un esquema... y
si no llegamos a una decisión... pediremos consejo.
Se
pone a buscar lápiz y papel pero no encuentra nada...
Escena:
00:44:50 - 00:51:51 (Escena
4)
Comienza el juego del
"gallina". Se trata de conducir dos coches a toda velocidad
hacia un acantilado; el primero en girar o detenerse, pierde. Es sabido
que en el juego del gallina el jugador más irracional lleva las de ganar.
Por eso la táctica apropiada para jugarlo es aparecer con gafas de sol
cuando ya está oscuro y tambalearse con una botella de whisky medio vacía
en la mano antes de entrar en el coche con aparatosa dificultad. El
jugador inteligente que la aplica está perfectamente sobrio. Sólo trata de
transmitir eficazmente al contrincante la idea de que está más dispuesto
que él a despeñarse. En el juego del gallina, el estratega se beneficia de
cualquier elemento ambiental que resalte su aparente inconsciencia.
Pero en este caso los dos se
comportan de una forma amable, educada... por lo que las estrategias
ganadoras brillan por su ausencia. En este contexto es difícil saber cómo
puede acabar esto... por lo que el azar, como ocurre en la mayoría de las
películas en las que aparece esta situación, será un elemento determinante
y quizás...
DRAMÁTICO
COMENTARIO
James Dean tuvo una corta pero exitosa carrera
profesional. Este actor participaba en la filmación de la película Gigante
cuando falleció en un accidente de tráfico. Él, junto a su mecánico, se
dirigía en su nuevo Porsche, a más de 125 kilómetros por hora, a
presenciar una carrera de autos, cuando un vehículo de carga se le cruzó y
lo mató, quedando vivo su mecánico. Paradójica-mente antes de su muerte,
había grabado un comercial que advertía a los jóvenes estadounidenses los
riesgos de las carreras clandestinas de automóviles.
Años más tarde la tragedia también se cerniría sobre
sus compañeros de reparto Natalie Wood y Sal Mineo, fallecidos en
"extrañas" circunstancias.
PREMIOS y
nominaciones
1955: 3 nominaciones al Oscar: Actor (Sal Mineo), actriz secundaria
(Natalie Wood), historia.
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