Martino es un joven callado y solitario. Trabaja como
vigilante nocturno en el Museo del Cine de Turín, donde puede dar rienda
suelta a su gran pasión por el cine. Amanda trabaja en un local de comida
rápida. Vive en La Falchera, a las afueras de la ciudad, y sueña con una
vida mejor. Angelo, su novio, roba coches. Una noche, Amanda, cansada del
acoso laboral de su jefe, le arroja una cacerola de aceite hirviendo, por
lo que huye de la policía y entra en el mundo de Martino, en el museo,
situado en la espectacular Mole Antonelliana (Turín). Allí, la magia de las
imágenes y los números se entremezclan para tejer una singular historia de
amor a tres bandas.
Escena:
0:40:17 -
0:40:37 (ESCENA
1)
Amanda habla por teléfono con Angelo sin decirle dónde se encuentra
escondida. De fondo numerosas fórmulas matemáticas que permiten calcular
distancias focales, etc.

Escena:
0:43:01 -
0:43:54 (ESCENA
2)
En un
lateral de la cúpula de la antigua sinagoga ahora convertida en el Museo
Nazionale del Cinema, más conocida como Mole Antonelliana, en Torino
(Italia), se puede observar una instalación luminosa de la sucesión de
números de Fibonacci.
Mientras Martino y Amanda se encuentran escondidos en el lugar de trabajo
del primero, miran los números de neón del edificio:
- ¿Y esos números?
-pregunta Amanda.
- Es la serie Fibonacci.
Matemático de Pisa del siglo XI. Es una serie cuya característica más
notable es que cada tercer número es la suma de los 2 precedentes: 1, 1, 2,
3, 5, 8, 13, 21... y así hasta el infinito. Prueba a deshojar una
margarita, o a contar las escamas de una piña, o las semillas de un
girasol. El número de pétalos de una flor es casi siempre un número de
Fibonacci. Dichos números sugieren que en el Universo hay una especie de
orden matemático... lo que nos llevaría a suponer que probablemente el
mundo tenga algún sentido... ¡que no es poco!

Escena:
01:07:37 -
1:07:50
Las escenas están repletas de marcos con simetrías,
que le dan un encanto visual.

Escena:
01:09:40 -
01:10:13 (ESCENA
3)
¿Pueden estar enamorados tres? ¿No es bastante complicado dos?. Los
seres humanos siempre intentan aplicar reglas matemáticas a las cuestiones
del corazón... con escaso éxito. Sea cual sea la fórmula escogida, siempre
hay un factor por el que no salen las cuentas
-comenta la voz en off.
- Pero ese, cuando habla, ¿qué coño dice?
-pregunta Angelo.

Escena:
01:13:15 -
01:14:12 (ESCENA
4)
Si como sugieren los números de Fibonacci el mundo tiene un sentido,
Martino ahora no entiende cuál
-dice la voz en off-
pero las películas no son la vida... es necesario escoger.
La película se inicia como empieza, con una
simetría en el argumento... y en la fotografía.

Consiguió el
Premio Caligario en el Festival de Cine de Berlín 2004.
|