En
los años 1950, Villar del Río es un pequeño pueblo tranquilo, pobre y
olvidado, en el que nunca pasa nada que le saque de la rutina. Sólo la
llegada de la cantante folclórica Carmen Vargas y de su apoderado y
representante Manolo han dado una nota de novedad a la vida aburrida del
pueblo. Esa misma mañana se presenta de pronto un delegado gubernativo, el
cual anuncia que va a llegar de un momento a otro una comisión del Plan
Marshall -autoridades americanas que facilitan ayuda económica al país-.
El alcalde del pueblo, un hombre bonachón y un poco duro de oído, al
recibir la noticia, decide disfrazar a toda la población al más puro
estilo andaluz, para sorprender a sus visitantes y de esta forma recibir
mayor cantidad de dinero...
Película imprescindible en el cine español, rodada en parte Guadalix de la Sierra
(Madrid) y considerada como obra maestra. Avalada por los premios
cosechados en el Festival Internacional de Cine de Cannes, la obra de
Berlanga es una comedia costumbrista sobre la España de los años 1950. Son
los años en que el gobierno de los Estados Unidos ponen en marcha el Plan
Marshall para reconstruir la Europa occidental de postguerra, ayudas de
las que España quedó al margen.
Berlanga retrata también el inicial aperturismo del régimen franquista
hacia los países extranjeros, principalmente los EEUU.
Una mordaz carga de profundidad contra el imperio, rematada
con la escena censurada de la bandera norteamericana hundiéndose en la
acequia, que escandalizó a Edward G. Robinson durante su exhibición en
Cannes. Mientras el actor norteamericano despotricaba contra «un ataque a
EEUU», Berlanga intentaba jugar en el casino con unos dólares falsos con
la cara de Pepe Isbert y Manolo Morán. Por eso Bienvenido Mr Marshall es
una película que no sólo no ha envejecido, es que hoy es más
saludablemente incómoda que hace cincuenta años.
Escena:
0:03:01 -
0:03:16 (ESCENA
1)
Observamos a la escuela típica de las zonas rurales, con operaciones
aritméticas, triángulos, dibujo de figuras geométricas... en los diferentes encerados. El narrador va describiendo el
pueblo y acerca de la escuela comenta:
"Aquí,
la escuela. Un poco pequeña, ¿verdad? Pero como es para niños sin padres
exigentes, sirve de todos modos, lo mismo que ese mapa de Europa, dulce y
optimista, donde todavía existe el imperio austrohúngaro"

Escena:
0:05:02 -
0:05:24 (ESCENA
2)
Más adelante el narrador comenta:
"La señorita Eloisa, la
maestra, es muy mona, es muy buena, es muy lista y aún está soltera, a
pesar de lo cual, y es primavera, multiplica siempre sin equivocarse..."

Escena:
0:19:22 -
0:20:00 (ESCENA
3)
En la pizarra, vemos un problema clásico de las
matemáticas escolares de siempre, mientras la maestra le enseña a los
habitantes del pueblo dónde se encuentra Norteamérica y quienes son los "americanos":
"Un hombre gana 23
pesetas al día. ¿Cuánto ganará en 31 días?"

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