Todos soñamos con vivir una doble vida, pero para
Martha Marie Willis (Demi Moore), este sueño es demasiado real. Marie,
madre de dos preciosas hijas vive en la campiña francesa. Y aunque ha
enviudado recientemente, parece vivir una vida tranquila y apacible,
excepto por un pequeño detalle. Todas las noches, cuando Marie se duerme,
despierta instantáneamente transformada en Marty, una agresiva agente
artística de Nueva York, a la que solo le interesa su trabajo.
Las respectivas relaciones sentimentales de este
curioso personaje doble enturbiarán sus mundos paralelos.
Trata
de la doble personalidad y la incapacidad para diferenciar el sueño de la
realidad, un divertimento que se inspira en las teorías del doble.
.
Desconoce cuál es la real y cuál el sueño. Lamentablemente ahí se queda
todo, no hay conflicto, todo se limita a un problema psicológico similar
al que podría causar una depresión. La trama avanza sin despertar la menor
inquietud hasta que se produce una disociación que conducirá a la
protagonista a descubrir lo que realmente está sucediendo.
Para diferenciar ambas vidas, Berliner opta por el
recurso fácil de presentar las escenas que las separan con planos de los
lugares en los que se desarrollan, la campiña francesa y Nueva York,
provocando en este último caso el hastío con una saturación de escenas
aéreas de la ciudad. Más interesante es el trabajo realizado por el
director de fotografía. El tono cálido de la campiña francesa contrasta
con la frialdad que tiñe las escenas neoyorquinas y que resaltan
especialmente en la manera de iluminar el rostro de Demi Moore.
Escena:
0:55:26 - 0:58:30 (ESCENA
1)
Escena en la que podemos apreciar 2 momentos de esas
vidas paralelas, una de ellas con una imagen histórica, con las Torres
gemelas de Nueva York al fondo.
