Aviva
(interpretada por diferentes actrices) tiene doce años. Es una niña
solitaria y triste que ha de aguantar, a diario, las insolencias de una
madre altiva y dominante y la presencia de un padre calzonazos.

Lo único que no quiere la pequeña es acabar igual que
una amiga suya, también menor de edad, quien tras quedar embarazada a
consecuencia de una violación, acabó quitándose la vida. De todos modos, Aviva
desea, con toda su alma, poder tener un bebé para que alguien la quiera de
verdad cuando sea mayor.
Quiere ser madre. Hace
todo lo que puede para que esto ocurra, y casi lo consigue, pero se ve
frustrada por sus sensatos padres, que la obligan a abortar.

Así que decide escaparse, empeñada en quedarse embarazada de una manera o
de otra. Pero en vez de eso se encuentra perdida en otro mundo, menos
tangible quizá, pero lleno de toda clase de extrañas posibilidades. Como
muchos otros, este es un viaje de ida y vuelta, y es difícil decir si al
final volverá a ser la misma, o si puede ser otra cosa que lo que siempre
ha sido.
Se trata de un film lineal que, por otra parte, está dividido en
varios capítulos. Cada uno de éstos lleva el nombre de aquellos personajes
que irán marcando la vida y el carácter de Aviva.
Muchos han querido tildar a Palíndromos de película extraña, de
difícil comprensión pero todo parece sacado directamente de lo que
ocurre cada día en nuestras calles. No hay nada que suene a exagerado,
imposible o surrealista, aunque el hecho de que se utilicen 7 actrices
diferentes para dar vida a la joven Aviva, ha
despistado a más de uno, tildándolo de absurdo y complicado.

El director va al grano sin tapujos, lo revienta y busca demostrar que la
sociedad no es tan modélica como nos la quieren vender. Busca lo feo, lo
sucio, aquello que se esconde y lo expone sin complejos de ningún tipo.
COMENTARIOS
Palíndromos" es la más poética de las películas de Solondz, una maravilla
que altera los sentidos y el estado de ánimo sin que para ello el director
haya renunciado a la sólo aparente crueldad y tristeza verdadera que
atraviesa su filmografía.
"Palíndromos" no es una película fácil de ver, por muchos motivos, pero
las recompensas del esfuerzo son gigantescas: cuando el filme ha terminado
uno tiene la sensación de que una apisonadora moral le ha pasado por
encima, de que una parte de sí mismo se ha perdido para siempre y de que,
aunque uno sepa que algo ha ganado en el viaje, es difícil localizar al
principio el premio. Solondz toma soluciones estéticas complicadas para
hablar de un tema en absoluto sencillo: los embarazos infantiles y el
aborto centran una película que hacen real.
Palindromos presenta a una protagonista encarnada
por siete actrices muy diferentes entre ellas y un actor. Este es un
recurso utilizado para deshumanizar y desempatizar al personaje,
intentando demostrar cómo el sexo, la raza, la edad. etc. desempeñan un
papel tan limitado a la hora de hacer que un personaje sea simpático o no.
Él es uno de los enfants terribles del
cine yanqui actual y, por suerte, no se corta ante nada. Una buena muestra
de ello se encuentra en la cáustica manera de retratar el hogar
de Mama Sunshine,
una comunidad, regentada por dos fanáticos religiosos, encargada de
recoger y adoptar a niños tullidos, enfermos y abandonados.

Escenas seleccionadas de
contenido matemático.
Existen
algunas escenas con términos matemático - filosóficos:
Escena:
1:07:40 - 1:08:11 (ESCENA
1)
Aviva
está con Bob y
mantienen
una conversación mientras comen en un bar de carretera y miran a unos
policías.
- Necesitamos una
historia, por si acaso
- le dice Bob.
- Podrías ser
uno de mis profesores -
contesta Aviva.
- ¿De qué asignatura?
- ¿Mates?
- No podría fingir eso
- replica Bob.

Escena:
1:22:50 - 1:24:40 (ESCENA
2)
Es la fiesta de homenaje a Aviva, ésta se encuentra
con Mark Wiener, acusado de haber abusado de un niño.
- Hola
-dice Mark.
- Me alegro de verte
-responde Aviva.
- Tenía que venir.
Sino admitía mi culpabilidad. Tengo un mínimo de dignidad. ¿Qué tal la
vuelta a casa? Dawn intentó hacer lo mismo a tu edad, es una equivocación,
no funciona.
- ¿Y yo te recuerdo a
Dawn?
-pregunta Aviva.
- Sí, un poco, pero es
distinto. Ella era ella y tú... x no es como y
- ¿No crees que
acabaré como ella?
- Las personas acaban
como empiezan, nadie cambia nunca. Creen que cambian, pero no. Si ya eres
depresiva siempre serás depresiva. Si ahora eres una tonta feliz, así es
como serás de mayor... podrás adelgazar, o
no tendrás espinillas... podrás broncearte... aumentarte el pecho...
cambiar de sexo, da igual, en esencia, desde delante hasta atrás... tengas
13 ó 50 años, siempre serás la misma.

- ¿y tú eres el mismo?
- Sí
- ¿Te alegras de ser el
mismo?
- No importa si me
alegro, no tengo elección, no tengo más remedio que elegir lo que elijo,
hacer lo que hago. Todos somos robots, reprogramados por el código
genético de la naturaleza.
- ¿Y... no hay ninguna
esperanza?
- ¿para qué? Nos desesperamos tal y como hemos sido programados. Genes y aleatoriedad. Es
todo lo que hay y nadie importa.

Los matemáticos clasificamos los números en Reales, Racionales,
Irracionales... pero también se les conoce con otros adjetivos: capicúas,
perfectos, amigos, triangulares, cuadrados, cúbicos, mágicos, felices,
primos...
En España, los números palindrómicos suelen llamarse "capicúas". Los
aficionados a los juegos de palabras, así como los numerólogos se han
interesado desde siempre por la palindromía de todo tipo, seguramente a
causa del placer estético que nos causa la peculiar simetría de los
palíndromos.
"Dábale
arroz a la zorra el abad"
Los palíndromos no carecen de homólogos en otros campos: hay melodías que
pueden ejecutarse desde el final hacia adelante; hay dibujos y pinturas
concebidos con simetría axial; casi todos los animales muestran simetría
bilateral, simetría con respecto a un plano, especialmente el hombre.

¡A disfrutar
de la película!
|