EL BUENO, EL FEO Y EL MALO  (1966)

(Il buono, il brutto, il cattivo)

Ficha técnica

Duración: 02:33:04

Director: Sergio Leone

Ayudante de dirección: Giancarlo Santi

Reparto: Clint Eastwood (Rubio, "el bueno"), Lee Van Cleef (Sentencia, "el malo"), Eli Wallach (Tuco, "el feo"), Aldo Giuffrè (Capitán borracho), Rada Rassimov (María), Mario Brega, Luigi Scarchilli...

Música: Ennio Morricone

Guión: Sergio Leone, Age, Furio Scarpelli, Luciano Vincenzoni

Producción:  Alberto Grimaldi

Coproducciónn Italia-España-Alemania; MGM release

Fotografía: Tonino Delli Colli

Nacionalidad: Coproducción Italia - España - Alemania - Mónaco

 

Tres pistoleros se retan mutuamente en un duelo triangular. En los vértices, Clint Eastwood, Eli Walach y Lee van Cleef. Se miran a los ojos. Cada uno calibra quién se aliará con él o le traicionará para dispararle. La duda los paraliza y durante unos segundos nadie se mueve. Se trata de la escena crucial del western El bueno, el feo y el malo e ilustra bien un concepto matemático de la teoría de juegos, el llamado equilibrio de Nash ...

Sinopsis (Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)

 

Los protagonistas son tres cazadores de recompensas, en la búsqueda de un tesoro que ninguno de los tres truhanes puede localizar sin la ayuda de los otros dos. De esta forma, los tres hombres colaboran en apariencia, pero está bien claro que al final intentarán eliminarse mutuamente.

El bueno (el "Rubio"), el malo ("Sentencia") y el feo ("Tuco"), son respectivamente, un caza recompensas, un asesino a sueldo que luego deviene en sargento sin escrúpulos del Norte, y un ladrón.

Se ubican en un ambiente del viejo Oeste durante la Guerra de Secesión Norteamericana.

Luego de una descripción y situación de los personajes, El feo lleva al bueno a morir al desierto, así se cruzan con una Diligencia del Ejército del Sur en la cual un soldado moribundo entrega la locación de un tesoro en monedas de oro (200.000 dólares enterrados en una tumba) a cambio de agua, pero resulta que muere sin que ninguno de los dos tenga la información completa: al feo le dijo el nombre del cementerio Sad Hill (Loma Triste), y al bueno aparentemente le dice el nombre sobre la cruz en una tumba: Arch Stanton.

Así -aunque peleados y cada uno con la mitad del secreto- se vuelven a asociar y emprenden rumbo al cementerio con la esperanza de conseguir el oro. En el camino, son capturados por los soldados del Norte, donde "el malo" es un sargento.

Es de destacar la escena donde se conjugan la imagen y la música, la interpretación con el argumento. Es en el campo de prisioneros donde "el feo" recibe una monumental paliza por orden del  "malo" para que le diga dónde está el tesoro. Fuera del barracón, una banda de músicos de prisioneros sureños tocan una triste melodía, el vigilante, aburrido y oyendo los lamentos de dentro, ordena que toquen más alto. Es allí donde se demuestra el buen hacer de Leone al poner como músicos a unos extras de la zona almeriense, cuyos rostros en primer plano demuestran la degradación, la melancolía y la humillación de unas personas cuyo destino no es mucho mejor que el de Walach en ese momento.

 

  

Se suceden varias complicaciones. Parecen escapar del malo, llegando al final el DUELO en triángulo en el círculo central empedrado del cementerio -sin precedentes hasta entonces en la historia del género- y que culminará entre el frenesí y la delirante música de Ennio Morricone con el tema llamado El Trío.

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  00:21:40 -  00:22:34    (ESCENA 1)

Al hacer el reparto, el bueno da cinco billetes dólares al feo, otros cinco para él, y de nuevo cinco y cinco. Es curiosa la manera de contar, de 5 en cinco, quizás porque los esquemas mentales sean más claros de esta forma, que justo coincide con el número de balas que hay en cada grupo que se encuentran en sus cinturones.

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  02:16:00 -  02:25:20    (ESCENA 2)

Llegamos a la escena cumbre, rodada en de los alrededores de Salas de los Infantes, Burgos, con la lucha final de los tres protagonistas en el cementerio circular de Sad Hill, una escena que dura unos 7 minutos, en contra de la premiosidad que siempre se le achaca a Sergio Leoni.

Tuco descubre el cementerio y corre en busca de la tumba de Arch Stanton, donde cree que están escondidos los dólares, pero el dinero no está en esa sepultura. Más tarde llegan al mismo lugar El Rubio y Sentencia. El Rubio escribe en una piedra el nombre de la tumba donde está el botín y la coloca en medio del círculo empedrado. Llega el momento culminante de la película...

El bueno da el primer paso y plantea el juego, el reto, ya que él es el que sabe dónde está el botín; los demás, no pueden ser unos cobardes y creen estar capacitados para vencer. Entramos en un verdadero entramado relacionado con la teoría de juegos: el que sobreviva en este duelo a 3 bandas leerá el nombre de la tumba donde está el tesoro.

Los tres son expertos tiradores y saben que no van a fallar, como ya se ha podido ver en el resto de la película.

Los gestos, la cara de tranquilidad denota que el juego les parece justo. Todos creen tener al menos la misma probabilidad de éxito.

Al principio están tranquilos, pero en el momento que empiezan a pensar, a barajar lo que van a hacer y lo más difícil, a tratar de pensar lo que van a hacer los contrarios. Es posible que sólo puedan hacer un único disparo, por lo que habrá que hacerlo a quién te vaya a disparar a ti.

¿Qué haríamos cada uno en estas circunstancias?

 

El feo está pensando que ha sido durante toda la película compinche del bueno, pero ha estado a punto de matarlo en repetidas ocasiones. Sólo el azar lo ha evitado. Como lo conoce bien, está seguro que hará trampa de alguna forma, así que es posible que no haya puesto nada en la piedra, o que haya colocado un dato erróneo... por lo que si lo mata, con él irá el secreto. Así que en principio habrá que disparar al malo.

El malo se está poniendo nervioso porque está haciendo las mismas cuentas y, aunque sea más rápido y mate a uno, el otro lo rematará. Los ojos de los dos van de un sitio a otro, pues no saben a quién va a disparar el bueno... es impredecible.

Estas dudas no parecen asaltar al bueno, él está muy seguro, excesivamente seguro, sabe a quién va a disparar... sus ojos no se mueven, lo tiene muy claro.

El malo se empieza a poner nervioso. Deduce que los dos van a ir por él, el feo decide que se va a ir a por el malo... es un problema de la teoría de la decisión, de la teoría de juegos...

 

 

Al final los dos se van a por el malo, que queda abatido, pero en todo esto hay un detalle que hizo que el bueno estuviese tranquilo:

 le había dado al feo, la noche anterior,  un revolver descargado

y este hecho había reducido la estrategia para él al mínimo número de jugadas.

COMENTARIO

Es una de las películas sobre el viejo oeste americano mejor conseguidas. Su director, Sergio Leone, fue el mejor exponente de lo que se dio a conocer como "Spaguetti Western"; películas rodadas en el desierto andaluz de Almería, acompañado de su inseparable Ennio Morricone.

A los espectadores europeos les encantó la película, pero en América no pudo estrenarse hasta 1969 debido a un problema de derechos legales. Finalmente, la United Artist decidió distribuir la trilogía de Leone y el éxito de taquilla fue clamoroso. Esto generó una serie de secuelas de baja calidad que contribuyeron eficazmente a que los críticos ‘serios’ pusieran la etiqueta ‘Material de desecho’ en todas las cintas spaghetti western, trilogía de Leone incluida. Pero no tuvo que pasar mucho tiempo para que esos mismos críticos se apercibieran de que dentro del spaghetti western sólo hay dos categorías: el cine de Sergio Leone, que es bueno, y todo lo demás. Así que, con la misma celeridad, la obra del antiguo ayudante de Vittorio de Sica y de William Wyler pasó a ocupar el lugar que en justicia merece dentro de la historia del séptimo arte.
Sergio Leone murió en su casa de Roma a consecuencia de un infarto el 30 de abril de 1989, a la edad de 60 años.

"cuando se dispara, no se dice nada"

 

Quentin Tarantino, seguidor confeso de Sergio Leone, retoma la escena y le da una vuelta de tuerca en Reservoir Dogs. Tras un atraco en el que las cosas se complican, una parte de la banda de ladrones se reúne en un garaje. Se sospecha de la presencia de un informador y se establece entre ellos una situación de bloqueo (falsa) con cuatro elementos: uno de ellos abatido y sin armas (el señor Naranja), es apuntado por Joe Cabot, que, a su vez es apuntado por el señor Blanco que, a su vez, es apuntado por Eddy (hijo de Cabot). La acción de cada uno de ellos desencadenará el caos para todos los demás. Aquí Tarantino lo resuelve con otra trampa porque Eddy no es apuntado por nadie. Efectivamente se desencadena la secuencia del tiroteo: Cabot dispara al señor Naranja, Eddy dispara al señor Blanco y, aquí está el truco, el señor Blanco tiene tiempo de acabar con Eddy y con Cabot y no morir. Al fin y cabo estamos en el terreno de la ficción y no de las Matemáticas. El círculo se cierra cuando no debería haber sido así. En condiciones normales Eddy, libre de toda marca, hubiera acabado tranquilamente con el señor Blanco, y…estaríamos hablando de otra película.
Son sólo dos ejemplos de los muchos que hay en el cine sobre la teoría de juegos, uno de los campos de las Matemáticas. Ya me hubiera gustado que mi profe de mates hubiera sido fan de Sergio Leone. Seguiremos.

 

 

 

 

Desierto de Tabernas - Almería

 

 

 

Por cierto, ¿Qué es el Teorema de Zermelo?

 

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